miércoles, 26 de febrero de 2014

Guerra de Cuarta generación: Su mente está controlada por expertos.

Me ha llegado este artículo en el que no se hace referencia al autor, y porque lo que relata es una verdad sin ninguna duda, es que pienso que puede ser útil difundirla.

Vaya pues mi modesta contribución a la verdad, para que la realidad no nos sorprenda sin la información que nos permita comprenderla.

Ejemplos de lo que se expone en el artículo sobran. Sólo recordar Iraq o, actualmente, Ucrania o Venezuela, para ver como se convence al público de que los malos son los buenos y las víctimas son "sucios cobardes tiránicos que lucran vilmente con las vidas y fortunas de sus pueblos"
Alejandro


La columna vertebral estratégica de la Guerra de Cuarta Generación, son los Medios de Comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista. 


Según lo que surge como comprobación fáctica y estadística de cualquier estudio estratégico, las guerras imperiales no se hacen para matar, sino para controlar y dominar. 

La planificación no es en cuarteles militares, sino en laboratorios encubiertos de comunicación estratégica donde se diseñan los planes de Guerra Psicológica a ser ejecutados por las grandes estructuras mediáticas de comunicación masiva..

En primer lugar, debemos precisar que la Guerra de Cuarta Generación fue concebida, en sus aspectos teóricos-prácticos, como una guerra de conquista (también diseñada como antídoto contra la guerra de liberación), por estrategas y expertos en comunicación estratégica del campo imperial-capitalista de la era trasnacional. Es el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica orientadas a direccionar conductas.

El desarrollo tecnológico e informático de la era de las comunicaciones, la globalización del mensaje y las capacidades para influir en la opinión pública mundial, convirtieron a las operaciones de acción psicológica mediática en el arma estratégica dominante.

Las guerras (de conquista imperial) no se planifican para matar, sino para apoderamiento de un objetivo estratégico siguiendo la motivación imperialista central de controlar para dominar, y su concepto de aplicación va desde territorios hasta sociedades y hombres.

Las grandes unidades militares (barcos, aviones, tanques, submarinos, etc) son sustituidas por un gran aparato mediático compuesto por las grandes redacciones y estudios de radio y televisión.
El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático: A través de las consignas y las imágenes.

La planificacion no es en cuarteles militares, sino en laboratorios encubiertos de comunicación estratégica donde se diseñan los planes de Guerra Psicológica a ser ejecutados por las grandes estructuras mediáticas de comunicación masiva..
Las tácticas y estrategias militares, son sustituidas por tácticas y estrategias de control social, mediante la manipulación informativa y la acción psicológica orientada a direccionar conducta social masiva, el control del cerebro humano. 

El individuo-masa modelado a partir de la ideología consumista nivelada planetariamente como estrategia de mercado por las trasnacionales capitalistas, se convierte en "soldado cooperante" de los planes de dominio y control social establecidos.El AP (Alienado Programado), tanto de clase alta, media o baja, que a través de esas consignas machacadas día y noche en su cabeza, eslóganes y titulares recreados por el consumismo informativo.

Un AP está programado para consumir: desde productos, espectáculos, modas, hasta presidentes (gerentes de enclave de las trasnacionales capitalistas) vendidos por medio de técnicas de marketing y de campañas  electorales manipuladas por operaciones psicológicas.
Un AP de Asia, Africa, o Latinoamérica (más allá del idioma y la raza) viste de la misma manera y consume los mismos productos que un AP de EEUU o de Europa, que han convertido al planeta en un "gran mercado".
El sistema capitalista trasnacional, por medio del consumo, niveló un "modelo único de pensamiento".


El consumismo desarraigó al individuo-masa de los valores de su propia cultura, historia y tradiciones de origen, y lo convirtió en un alienado universalizado y sin conciencia.

Cuando se consume informaciónestán los intereses de un poder imperial, que esta detrás de la noticia o información periodística y Ud. está consumiendo Guerra de Cuarta Generación.



martes, 25 de febrero de 2014

"Me Enseñaron la Vergüenza"



Me enseñaron a avergonzarme de mi cuerpo, de mis actos, 
de mis pensamientos.

Me enseñaron que lo que pienso es absurdo, que lo que hago es ridículo, 
que lo que deseo es sucio.

Y aprendí a no decir lo que pensaba, por vergüenza de que alguien
 a mi alrededor pensara algo mejor.

Y aprendí a no hacer lo que me apetecía, por vergüenza de que alguien 
a mi alrededor creyera que era inoportuno.

Y aprendí a no perseguir lo que deseaba, por vergüenza de que alguien 
a mi alrededor opinara que era inapropiado.

No contenta con someterme a la mirada externa, 
me plegué también a la vergüenza ajena.

Y aprendí a preguntarle a la vergüenza cómo vestirme, 
no vaya a ser que alguien pensara que voy buscando gustar, destacar. 

Y aprendí a escuchar a la vergüenza al desnudarme, 
no vaya a ser que me sintiera cómoda en mi cuerpo, 
y me acostumbrara a enseñar(me)lo sin miedo.

 Y aprendí a consultar con la vergüenza antes de abrir la boca, 
no vaya a ser que dijera sin filtro lo que me pasa por la cabeza, 
y se enterara la gente.

Y dejé de bailar, de reír a carcajadas, de rascarme el culo, 
de preguntar lo que no entiendo, de opinar lo que pienso, 
de compartir lo que siento, de pedir ayuda, de ponerme faldas, de ir a la playa, 
de comer o llorar en la calle, de ir sin sujetador, de pintarme, de salir sin pintar, 
de bajar a la calle despeinada, de usar esa ropa que dicen que no me pega nada, 
de llamar a quien echo de menos, de tomar la iniciativa, de decir que no,
de decir que sí, de quejarme, de vanagloriarme, de estar orgullosa,
de admitir que estoy asustada.

Y, a base de sentirme cada día más avergonzada, 
entendí que mi vergüenza nunca iba a sentirse saciada. 
Que toda la vida iba a imponerse entre yo y mi representante impostada. 
Así que busqué a mi sinvergüenza interna. 
Y le costó salir un poco, le daba vergüenza. 
Pero acabó sacándome a bailar, haciéndome dúo al cantar, 
saliendo conmigo a la calle con la cara sin lavar, animándome a hablar, 
a ignorar las cosas que me deberían avergonzar...

Y ahora no tengo tiempo para sentir vergüenza. 
Estoy ocupada viviendo.