viernes, 4 de abril de 2014

LOS LINCHAMIENTOS EN ARGENTINA

Lo confieso: desde lo más profundo de mí, me siento arrastrado hacia la teoría de la conspiración. Es más, tal vez puedan llegar a etiquetarme de “conspiranoico”, lo que me tiene absolutamente sin cuidado.
Dicho esto, paso a relatar lo que me tiene algo preocupado desde hace un tiempo y a lo que considero debemos prestar una especial y delicadísima atención, ya que en ello se puede ir por la borda el tremendo esfuerzo que hemos realizado los pueblos de América latina para librarnos de la bárbara explotación a la que fuimos sometidos desde nuestro nacimiento como naciones.
En Argentina se están dando algunas situaciones de extrema violencia, gracias a Dios todavía muy focalizadas, que tienden a crear un clima muy oscuro de miedo, impotencia y malestar. Y me estoy refiriendo a los linchamientos e intentos de linchamiento de delincuentes comunes de poca monta.
Pero nuestro pueblo no es así. Pueden llegar a darse casos espontáneos ante crímenes atroces –violación de una criatura, asesinato innecesario de ancianos, etc-, pero nunca por algo tan poco impactante como el que un tipo robe un reloj sin hacer uso de violencia. Eso no me lo creo. Algo está pasando y es tiempo de que reaccionemos antes de que se instale.
Si miramos un poco lo que pasa en el mundo, vemos que está bien probado que las muertes en la plaza de Ucrania no las cometieron las fuerzas de seguridad, sino francotiradores al servicio de las fuerzas que derrocaron, con esa excusa, a las autoridades legítimas. Las muertes en Venezuela son cometidas por mercenarios bien pagados para crear un clima social que facilite un golpe de estado o la invasión por tropas extranjeras… y podríamos seguir.
¿Seguro que los protagonistas de los linchamientos en Argentina son “grupos de vecinos”? El tipo que se bajó de un auto con un machete, ¿era un vecino alterado? Cuando hay una manifestación pacífica y hay fuerzas oscuras que quieren crear zozobra o justificar una represión, siempre hay infiltrados que ponen la cuota de violencia necesaria. ¿Es que hay grupos pagados para provocar –en un alarde de espantosa imaginación- el caos social en nuestro país así como lo hacen en otros lugares?
Pensemos un poco sin dejarnos arrastrar por la locura de los medios de comunicación y evitemos entrar en pánico. Sólo así, desde un análisis personal de lo que ocurre y mirando con atención y calma, podremos encontrar una solución.

Alejandro 

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