sábado, 5 de abril de 2014

5 Señales de Que Están Sentados en la Cerca y Cómo Hacer una Elección al No Elegir


La expresión ‘en la cerca’ se utiliza para describir una situación donde estamos indecisos, inseguros, confundidos o simplemente abrumados por una situación y estamos paralizados o estancados y no podemos tomar una decisión. Así que nos sentamos en la cerca, sin elegir nada. A veces es más fácil estar en la cerca que estar en territorio desconocido (o conocido). Nos involucramos en este tipo de situación cuando nosotros.

  • Definitivamente no queremos una elección pero no estamos seguros de la otra 
  • Tenemos miedo de avanzar en cualquier dirección porque no queremos hacer algo
  • Todavía estamos molestos, enojados o contrariados debido a una mala experiencia reciente y no queremos repetirla
  • O simplemente estamos molestos y así es cómo le mostramos al mundo que no vamos a participar más.


La parte buena de estar en la cerca es que estamos conscientes de todos los escenarios potenciales, al menos a distancia. La parte mala de estar en la cerca es que estamos totalmente inmóviles, sin hacer una elección en cualquier dirección y nos sentimos estancados. Sabemos que estamos estancados y nos sentimos mal respecto a ello pero no podemos decidirnos sobre qué camino tomar.. ¿Describe esto algo en sus vidas? ¿Cómo saben si están en la cerca?
Aquí hay cinco señales que pueden describir una situación en sus vidas de ‘estar sentados en la cerca’
1. Se sienten verdaderamente estancados y lo saben, pero también se sienten impotentes ante aquello que ven como las elecciones potenciales ante ustedes. Y no quieren que nadie sepa que ustedes realmente temen hacer una elección, así que pretenden que se están tomando tiempo para evaluar todas sus alternativas.
2. Ustedes ya han hecho todo lo posible y han hecho su mayor esfuerzo, pero su vida sigue siendo un lío. Así que no van a hacer nada y ver qué es lo que sucede a continuación. Como no son capaces de hacer una diferencia positiva en sus vidas al esforzarse, no van a intentarlo para nada y ver si así les salen mejor las cosas.  
3. La mayor decepción en sus vidas está todavía fresca en su memoria. Han tratado de reírse de ella pero realmente se sienten mal respecto a la misma. Nadie sabe cuánto ésta ha sacudido su confianza, en ustedes mismos y en sus capacidades, y ya no confían en sí mismos.
4. Ninguna de las opciones ante ustedes es atractiva y todas necesitan de mucho esfuerzo, no van a proporcionar el resultado que ustedes quieren y ustedes están teniendo dificultades para creer que cualquiera de ellas pudiera tener un resultado positivo o deseado.
5. Quieren que otra persona haga la elección por ustedes, o esperar hasta que ustedes tengan que hacer una elección porque piensan que la situación se solucionará por sí sola y entonces se les presentará por sí misma la mejor y más obvia elección y ustedes no tendrán que hacer una elección porque solo estará disponible una elección.
Si alguna de estas situaciones describe lo que ustedes sienten ahora, no se sientan mal. A menudo nos encontramos en la cerca cuando nos enfrentamos a una elección importante o cuando tememos que tomar una decisión. Estar en la cerca no es el problema, es la parálisis y el miedo que sufrimos al estar en la cerca lo que lleva a una falta de confianza y miedo. Entonces cuando finalmente tenemos que hacer una elección, usualmente porque hemos esperado tanto que ya no podemos evitarla más, la elección se basa en el miedo y en la impotencia y nuestros resultados reflejan eso.
La mejor forma de bajarnos de la cerca es elegir desde el resultado y no desde la elección. Usualmente no sabemos cuál será el resultado y como estamos asustados, todas las elecciones son aterradoras.  Pero si nos enfocamos en el resultado que queremos, comenzaremos a atraer la energía que requiere ese resultado y la elección que se corresponde con ese resultado se hará más evidente. También es posible que la elección que se corresponde con el resultado que queremos ni siquiera sea una de las elecciones que estamos considerando, así que entrar a la energía de nuestro resultado ayuda a crear esa energía en nuestras elecciones. Entonces elevamos la frecuencia de nuestra perspectiva, cambiamos la vibración y atraemos un resultado de un potencial superior porque ya no estamos asustados ni tememos hacer la elección equivocada.

Por Jennifer Hoffman
25 de marzo del, 2014

Traducción: Fara González López




viernes, 4 de abril de 2014

LOS LINCHAMIENTOS EN ARGENTINA

Lo confieso: desde lo más profundo de mí, me siento arrastrado hacia la teoría de la conspiración. Es más, tal vez puedan llegar a etiquetarme de “conspiranoico”, lo que me tiene absolutamente sin cuidado.
Dicho esto, paso a relatar lo que me tiene algo preocupado desde hace un tiempo y a lo que considero debemos prestar una especial y delicadísima atención, ya que en ello se puede ir por la borda el tremendo esfuerzo que hemos realizado los pueblos de América latina para librarnos de la bárbara explotación a la que fuimos sometidos desde nuestro nacimiento como naciones.
En Argentina se están dando algunas situaciones de extrema violencia, gracias a Dios todavía muy focalizadas, que tienden a crear un clima muy oscuro de miedo, impotencia y malestar. Y me estoy refiriendo a los linchamientos e intentos de linchamiento de delincuentes comunes de poca monta.
Pero nuestro pueblo no es así. Pueden llegar a darse casos espontáneos ante crímenes atroces –violación de una criatura, asesinato innecesario de ancianos, etc-, pero nunca por algo tan poco impactante como el que un tipo robe un reloj sin hacer uso de violencia. Eso no me lo creo. Algo está pasando y es tiempo de que reaccionemos antes de que se instale.
Si miramos un poco lo que pasa en el mundo, vemos que está bien probado que las muertes en la plaza de Ucrania no las cometieron las fuerzas de seguridad, sino francotiradores al servicio de las fuerzas que derrocaron, con esa excusa, a las autoridades legítimas. Las muertes en Venezuela son cometidas por mercenarios bien pagados para crear un clima social que facilite un golpe de estado o la invasión por tropas extranjeras… y podríamos seguir.
¿Seguro que los protagonistas de los linchamientos en Argentina son “grupos de vecinos”? El tipo que se bajó de un auto con un machete, ¿era un vecino alterado? Cuando hay una manifestación pacífica y hay fuerzas oscuras que quieren crear zozobra o justificar una represión, siempre hay infiltrados que ponen la cuota de violencia necesaria. ¿Es que hay grupos pagados para provocar –en un alarde de espantosa imaginación- el caos social en nuestro país así como lo hacen en otros lugares?
Pensemos un poco sin dejarnos arrastrar por la locura de los medios de comunicación y evitemos entrar en pánico. Sólo así, desde un análisis personal de lo que ocurre y mirando con atención y calma, podremos encontrar una solución.

Alejandro